La articulación acromio-clavicular es la que une la extremidad lateral de la clavicula con el borde medial del acromion. Mantiene suspendida la escápula y permite los movimientos del hombro.
Las lesiones acromio-claviculares son muy frecuentes en el deporte: desde un simple esguince hasta la rotura completa de la cápsula articular y los ligamentos.
Por su situación superficial, las lesiones se producen por una caída lateral sobre el hombro con el brazo pegado al cuerpo.
El impacto lateral violento producido por la caída, lesiona los ligamentos que mantienen unidos los dos extremos óseos, pudiendo producirse una pérdida de contacto de la clavícula con el acromion. Puede ser parcial (subluxación) o completa (luxación).
Cuando esta ocurre, la tracción de los músculos del cuello llevará la clavícula hacia arriba, mientras que el peso del brazo desplazará la escápula hacia abajo.
A la inspección, el paciente presentará un bultoma en la cara superior del hombro.
Clínicamente, manifestará dolor al presionar la clavícula con la punta de dedo en su extremidad lateral, produciéndose además un movimiento anormal similar a la tecla de un piano (signo de la tecla)
La radiografía antero-posterior mostrará, en comparación con el lado sano, una separación de la clavícula y el acromion.
La mayoría de los casos son tratados de forma conservadora, aunque en pacientes jóvenes y deportistas se emplea el tratamiento quirúrgico.
Criterios médicos para el tratamiento de la luxación acromioclavicular